Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Me hice un hombrecito en una posada de Algeciras, donde el mundo esperaba un barco para salir de ese pantanal llamado España, me educaron sentimentalmente en un palacete de la Avenue Friedland, París
Manuel Juan Somoza La Habana | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Leo de oficio cuanto puedo, venga de donde venga, y siempre regreso a aquella “pecera” triste del aeropuerto de Rancho Boyero entonces, a dónde llevé a mis padres y a
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Muchos aviones me han llevado al horror y al paraíso en cincuenta años de vida periodística. Pero también he perdido algunos vuelos, de lo que no me consuelo porque yo los había elegido
Para Enzo López, mi nieto iluminador. Alberto Guerra Naranjo | Maqueta Sergio Berrocal Jr. La primera vaca, tranquila, imprudente, apareció en Puerto Leyenda. Pegó su hocico en el cristal, justo cuando Carlos Argentino Mayour, con la boca repleta de
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. A galope tendido, como una horda de facinerosos muertos de hambre arrancados por Sam Peckimpah de Notre Dame de Paris abandonada por un jorobado infame, el sábado de coronavirus se nos
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Una repentina mudez se te atraviesa en la garganta y lloras por dentro, silenciosamente, sin que nadie se entere. Solo se te notaría si alguien te metiera los dedos en la boca. Sigues
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Imágenes confusas tomadas con un teléfono. Y de pronto un modesto vendedor de dulces de Caibarien, Cuba, crea el acontecimiento porque le han puesto una multa por vender sin permiso, una multa “injusta”.
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Lo examinó hoja por hoja, recordó una película en cada uno de los tampones que indicaban un destino y lo cerró para meterlo en un sobre marrón, donde quedó enterrado. Le dijo unas
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. No nací en La Habana “entre mulatas, carboneras y rumbas”, como presume, con muy buen tino, mi amigo Manolo Somoza. Yo nací en Tetuán (Marruecos) casi isla africana, entre fusiles de ordeno y
(Años de otro siglo. No conocí a esta poetisa cubana. Pero la amé) Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Hay mañanas en que lucen las flores, porque también ellas tienen sus caprichos, para eso son mujeres. Esta mañana,
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Aunque ya llevo un cierto tiempo tratando de meterme en una telenovela turca no lo consigo. No logró colarme por una de esas ventanas absurdas de un palacio de Oriente que nada tiene
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Cómo han pasado los años…En mi terraza de esta isla africana, junto al mar revuelto por los bichos, malos bichos chinos, y por la inmensa pena que cae sobre el mundo, una pareja
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. A medida que avanzan los días de este maldito 2005, la locura en la calle se hace más palpable. Se enloquece mucho de miedo al bicho chino pero también, y de forma continua,
Manuel Juan Somoza La Habana | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Nací en la calle Jesús María, entre mulatas, carbonera y rumbas, cerca de la entonces embajada de España, que lucía orgullosa en su fachada símbolos fascistas. Allí se asentaron mis
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. El Johnny Walker, apenas mecido con el cariño de una nana por el chorreón de agua Perrier y la zambullida de dos cachos de hielo, llega a la punta de los dedos artríticos
Manuel Jun Somoza La Habana | Maqueta Sergio Berrocal Jr. No han sido utilizadas armas nucleares, ni hay ejércitos matándose, pero desde Buenos Aires a Berlín, de Nueva York a Kuala Lumpur, o de Argel hasta Luanda la humanidad
Sergio Berrocal Jr. La figura del héroe de acción gozó de una gran popularidad en Hollywood durante la primera mitad de los años 90. Actores como Bruce Willis, Sylvester Stallone o Arnold Schwarzenegger estaban en la cima de su carrera
(Las cosas que les cuento son viejas como yo, pero vividas cuando aún yo vivía) Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Había llegado a La Habana al amanecer, con una luz negra como la entrada de una mina
César González | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Antonio, acabo de terminar de leer, o más bien releer tu última publicación. Quizás sea porque me conozco la historia, o porque te conozco, creo bastante bien. El Nazareno que va
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Despierto con el alma agarrada por la cuchilla de una guillotina a la que querría mandar a todos subproductos de todo, desde periodistas