Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr Había pasado la noche rebinando, desordenando libros, echando un vistazo a algunos. Volvió a leer largos pasajes de “El viejo y el mar” y de “El cielo protector”. Durante mucho tiempo, estos dos
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Maldita sea, vosotros, los listillos del barrio, los psiquiatras a los que Freud habría mandado a las galeras, quieren que dejemos la nostalgia, que nos positivemos, que aceptemos todos los horrores de estos
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Estoy seguro de que Jesús de Nazaret es un amante empedernido del cine, pero del bueno, ese que él y yo veíamos cuando de pequeños, antes de que empezara a predicar para
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Quien nunca haya sido capaz de perdonar y santificar la ignominiosa traición de la vida de Noodles en Érase una vez en América no tendrá derecho a entrar jamás en el paraíso de
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Hojear un álbum de fotos olvidado es uno de los ejercicios más peligrosos del mundo. Porque cuando lo ojeas (sin hache) puedes llegar a conocer el pánico irrefrenable del absurdo. Y las imágenes
Marcelo Aparicio Llámenme nostálgico, Diganme anacrónic, vintage, viejo recalcitrante. No me ofende. Lo asumo. “No se puede vivir del pasado”, susurra algún iluminado, tampoco muy convencido ni convincente. El pasado, pasado está, añade el sabiondo, casi siempre algo esotérico o
Clint Eastwood tiene la edad del arrepentimiento, le ha llegado el momento de la añoranza sin marcha atrás. Sabe que se va a morir pronto, que la existencia no le ha dado nada, que sus juergas son
Manuel Juan Somoza |La Habana | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Como era habitual, comenzó su labor antes de las seis de la mañana aquel día de diciembre sintiéndose entre los contados afortunados de su país. Acababa de recibir un ingreso
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Lástima perruna de que en estos años dos mil las mujeres de cine, las que siempre nos enseñaron el camino recto hacia la imaginación de un final feliz para nuestras vidas, no
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. A punto de sonar las viejas doce campanadas, que este año están acompañadas por unos invitados muy especiales llamados coronavirus, bichitos preciosos y adorables que los chinos, ya hartos de las ceremonia aquellas
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr Creo que si pudiese ver de nuevo, aunque fuese un ratito, a cada una de las mujeres que he amado, he creído amar o me han amado o me dijeron que me amaban,
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Es una vieja historia, porque hoy ya casi nadie lleva corbata, salvo los políticos de derechas y los que tienen la mala fortuna de tener que ir de puerta en puerta para venderte
Manuel Juan Somoza | La Habana Cruzamos la frontera de noche, en sigilo, y despertamos en una cueva compartiendo con varios ratoncillos blancos y juguetones que viven, como las moscas, el cualquier parte del desierto. Vivian acababa de ganar una
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. Me había enamorado locamente. Ustedes que tienen mi edad, es decir que ya hablan con Jesús sobre compras que llevarle, si no han conseguido ese instante supremo, y más que supremo aproximado,
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr El único problema de aquel pueblecito francés es que era pobre aunque estaba situado al lado de pequeñas ciudades de los Alpes que, por el contrario, gozaban de todas las riquezas. A los
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal | España No sé si es el hecho de que una pierna de mi propiedad me da la lata en nombre de no sé qué afección de viejos o si realmente estoy convencido de
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. | España Resulta que un día Sally encontró a un enamoradizo amigo llamado Harry y le dio una lección de orgasmo fingido en un restaurante repleto de gente que le quitó el sentido
Manuel Juan Somoza | Maqueta Sergio Berrocal Jr. | La Habana Quisiera reportar bondades y esperanzas. Sin embargo, este oficio no es para contar lo que se añora o repetir sin escudriñar lo que nos dicen los que mandan,
Sergio Berrocal | Maqueta Sergio Berrocal Jr. | España En tiempos mozos de aprendiz periodista conocí a un cronista hípico en Tánger, ciudad internacional entonces, marroquí hoy, el verdadero Casablanca de Humphrey Bogart, que solía llegar a la Redacción totalmente
Manuel Juan Somoza | Maqueta Sergio Berrocal Jr. | La Habana El día internacional de los Derechos Humanos, un alto en el camino, aunque solo sea para pensar en este planeta incendiado por guerras, hambre y pandemia, también se celebró